Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Crónicas 16, 15-41

15 Recordad para siempre su alianza, palabra que impuso a mil
generaciones;

16 lo que pactó con Abraham, el juramento que hizo a Isaac.

17 Y que puso a Jacob como precepto, a Israel como alianza eterna,

18 diciendo: «Yo te daré la tierra de Canaán, por parte de vuestra
herencia»,

19 cuando erais escasa gente, poco numerosos, y forasteros allí.
20 Cuando iban de nación en nación desde un reino a otro pueblo,

21 a nadie permitió oprimirles. Por ellos castigó a los reyes.

22 «Guardaos de tocar a mis ungidos ni mal alguno hagáis a mis
profetas.»

23 Cantad a Yahveh toda la tierra anunciad su salvación día tras día.
24 Contad su gloria a las naciones, a todos los pueblos sus maravillas.
25 Que es grande Yahveh y muy digno de alabanza, más temible que

todos los dioses.

26 Porque nada son todos los dioses de los pueblos, mas Yahveh los
cielos hizo.

27 Gloria y majestad están ante él, fortaleza y alegría en su Morada.
28 ¡Rendid a Yahveh, familias de los pueblos, rendid a Yahveh gloria

y poder!

29 ¡Rendid a Yahveh la gloria de su Nombre! Traed ofrendas y en sus
atrios entrad. ¡Postraos ante Yahveh en esplendor sagrado!

30 ¡Tiemble ante su faz la tierra entera! El orbe está seguro, no vacila.


31 Alégrense los cielos y la tierra jubile. Decid entre las gentes:

«¡Yahveh es rey!»

32 ¡Retumbe el mar y cuanto encierra! ¡Exulte el campo y cuanto en él
existe!

33 Griten de júbilo los árboles de los bosque ante Yahveh, pues viene
a juzgar la tierra.

34 ¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!
35 Y decid: «¡Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación! Reúnenos y
líbranos de las naciones, para dar gracias a tu Nombre santo y gloriarnos en

tu alabanza.»

36 Bendito sea Yahveh, el Dios de Israel, por eternidad de
eternidades.» Y todo el pueblo dijo: «Amén.» Y alabó a Yahveh.

37 David dejó allí, ante el arca de la alianza de Yahveh, a Asaf y a sus
hermanos, para el ministerio continuo delante del arca, según el rito de cada
día;

38 y a Obededom, con sus hermanos, en número de 68, y a
Obededom, hijo de Yedutún, y a Josá, como porteros;

39 y el sacerdote Sadoq y a sus hermanos, los sacerdotes, delante de la
Morada de Yahveh, en el alto de Gabaón,

40 para que ofreciesen continuamente holocaustos a Yahveh en el
altar de los holocaustos, por la mañana y por la tarde, según todo lo escrito
en la Ley que Yahveh había mandado a Israel.

41 Con ellos estaban Hemán y Yedutún y los restantes escogidos y
nominalmente designados para alabar a Yahveh: «Porque es eterno su
amor.»